Los polluelos regresan al nido.

 Por fin llego el ansiado fin de semana, mis polluelos regresan al nido todo es jubilo y alborozo!!! 

LLega el Hijo.1 y le doy un vistazo de arriba abajo, como buscando con mi mirada de rayos X algún indicio de corona virus o alguna otra enfermedad....  detecto dos marcas de  "grano explotado" en la frente, y aunque intento callarme, mi lengua es mas rápida que mi cerebro:  Pedazo de granazos!!!  No hace falta más, Hijo.1 explota en  un sin fin  de quejas sobre lo horrible que ha sido su semana. Clases monótonas y aburridas, horas y horas de  mascarilla que le da dolor de cabeza, el baño de su alojamiento estudiantil que pierde agua y huele mal... el propietario  del piso que no es fontanero, ha hecho sus pinitos intentado arreglarlo y ha empeorado el asunto, el fontanero (el profesional) que no llega y no sabemos si llegara algún día, la almohada que esta hundida, los pies que se le salen de la cama y tiene que dormir en diagonal... la profesora de ingles que da las clases en español...horas y horas de clase desaprovechadas que luego se traducen en trabajos que tiene que hacer desde su casa... "COMO NO VOY A TENER GRANOS, SI VIVO EN UN ESTRÉS PERMANENTE".  

Lo miro comprensiva mente y pienso: bienvenido al mundo real, donde nada es lo que esperas.  Finalmente le doy un abrazo  y lo dejo ir a desestresarse mientras pongo una lavadora con todas sus frustraciones semanales y la ropa que ha traído.


Hijo.2 esta en camino. Aun no ha llegado, pero ha llamado repetidas veces estos días, para él, es su primera experiencia viviendo solo. y la semana ha sido "intensita".  

La primera noche tras quedarse solo me "wassapea" a la una de la madrugada

-Mama, esta despierta?

-SIEMPRE ESTOY DESPIERTA  (no es cierto pero impresiona 😅, estaba casualmente levantada entre preocupada y ociosa por la  ausencia de hijos, desvelada con la tele). Que te pasa?

- La bombilla del baño... no lucia, he intentado apretarla y se me ha roto en la mano, me he cortado y esta todo lleno de sangre... el lavabo, el suelo...

Este es el momento en que respiro hondo  y  lo llamo por teléfono, me cuenta que se ha puesto una servilleta de papel en el corte y le aconsejo sobre la limpieza de sangre. Al día siguiente me manda un vídeo mostrándome con orgullo que ha comprado una bombilla y la ha puesto.  Que orgullosa me siento, mi futuro licenciado  sabe  cambiar una bombilla.

Los días siguientes las llamadas se suceden, a cualquier hora, de día o de noche. "Los cuchillos no cortan" (Ya, son bonitos pero solo sirven para untar, te lo dije....).  "Me ha salpicado aceite"  (Ya, te puse un delantal con las cosas de cocina. Te lo dije...). "Para que no tengas que lavarme tanta ropa, voy a poner una lavadora, pero no me acuerdo lo que me dijiste"  (Clase telefónica sobre lavado rápido). "Se ha secado la ropa y la voy a planchar, no me explicaste como planchar un pantalón". (Por dios bendito pues busca en YouTube....   de nuevo clase telefónica.). "Esta plancha es una mierda, gotea y suelta cosas blancas".  (Respiro hondo y le explico que seguramente no esta caliente aun, lo que le sale a la plancha es cal, sacúdela un poco de la ropa  con la mano y usa siempre "agua buena"). "Como me hago las croquetas?"  (Sarten, aceite y el delantal!!!!)..... y podría seguir varias paginas mas pero no habría entradas suficientes en el blog.  Esperando estoy a que haga su aparición para hacerle mi escaner de madre.

Esta noche antes de acostarme haré mi revisión nocturna como vengo haciendo los últimos 20 años y dormiré como un tronco tras comprobar que cada cual esta en su cama. Seguramente pasare  el fin de semana hecha una esclava de ropas y comidas para llevar, pero es tan reconfortante pensar que aun no soy del todo prescindible...



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